Tan parda como siempre la mañana,
los hombres las esquinas los desprecios.
Evapórense en el té los afterhours,
que el vampiro busca ya su recoveco.
Fulgores en ciudades que despiertan,
vacíos los vagones peligrosos,
al hábito formal ya está de vuelta,
sed líquida recorta el sol del ojo.
Corre tras la sucesión celeste,
duérmete, pálido andarín nocturno,
múdate al confín del sueño,
que pronto en esta página te espero.
Luis Morales Poesía Surco en lo blanco Pálido andarín nocturno
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
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No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 5 horas
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