Se trata de esta Biblia de cinco milímetros, ideal para cortos de vista y nostálgicos del microfilm. Puede ponerse en el atril diseñado a juego, camuflarse en la biblioteca de la casa de muñecas o depositarse bajo el colchón, junto al guisante del cuento. Todo sea por cumplir con el dicho: el saber no ocupa lugar.
Libro más pequeño Libros El saber no ocupa lugar
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
-
No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 12 horas
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Dádle voz al oráculo