Qué mano furtiva arrancará
la profunda raíz de mi tristeza,
quién recogerá las copas
de este líquido azul
que ensimisma las máscaras.
Alzaría la mía
en hervores de tinta
y nubes más soberbias
que cualquier mejilla,
tendría en el labio
esa voz que cambia el mundo,
que lo hace visible
mientras se esfuma, imprecisa.
Alzaría en ti la voz,
aunque nunca te lo diría.
En curso. El final del diario, de Sarah Manguso
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*Vivir soñando con el futuro se considera un defecto de carácter. Vivir en
el pasado, sumergido en la nostalgia, también se co...
Hace 16 horas
espectaculares versos. Bravo
ResponderEliminarZenkiu broder!!
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