Seda en vos sediento jardín d´Este se encabalga,
la fuente no descubre al colibrí que lejos precipita.
Algarada lengua dedo a labio el roce los paraguas
el antiguo porvenir la juventud la voz te dilapidan.
Un ojo aprehende el sexo de llanuras explanadas,
seda deshojado acaso así todo parezca a la tarde.
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Dádle voz al oráculo