En fin. Eludiendo el habitual acto de reproducir las Rubáiyát más famosas, esas en las que fluyen las rosas y el vino y las estrellas, hoy me inclino por estas cuatro, acaso más directas e implacables.
XXVI
El mundo inabarcable: un grano de polvo en el vacío.
Toda la ciencia del hombre: palabras.
Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas: sombras.
El fruto de tu constante meditación: la nada.
LXXVII
Todos tratan de marchar por la senda del Conocimiento.
Unos lo buscan; otros dicen haberlo encontrado ya.
Sin embargo, aún no se ha levantado la voz
que un día clamará: "¡No hay camino, no hay sendero!"
CXI
¿Temes lo que puede traerte el mañana?
Ten confianza; de otro modo, el infortunio
no dejará de justificar tus aprensiones.
No te adhieras a nada, no interrogues a los libros
ni a tu prójimo. Nuestro destino es incierto,
indescifrable.
CXXX
Escucha: si este mundo no es más que una ilusión,
¿por qué te angustias?, ¿por qué piensas
día y noche en tus miserias?
Abandona tu alma a la fantasía de las horas.
Escrito está en tu destino. Ningún borrón
será capaz de corregirlo.
KHAYYAM, Omar, Rubáiyát
bravo luigi, el gran Omar...
ResponderEliminarexcelente selección
un abrazo fuerte
Arturo/harpox