Todos los años, cuando el verano va dando sus últimos coletazos, aventuro un postrer ejercicio de memoria para apoderarme de la esencia que mana de alguna de las imágenes con las que mi cámara ha sabido detener este tiempo. Ha habido ocasiones de instantáneas exóticas, panorámicas, inapropiadas, ventosas, accidentales, etéreas, simbólicas, fatídicas, patéticas, improvisadas o eternamente preparadas. Esta vez no he salido de España, lo que no le quita al asunto, por cierto, su poesía, urgencia, belleza y misterio. Su sombra de ojo ajeno. Por eso me quedo con esta fotografía a contraluz en la playa de Conil de la Frontera a la caída de la tarde. Las figuras anónimas, sonámbulas, casi fantasmales, se dejan acariciar por las aguas tranquilas en un camino de incierto final.
Luis Morales Fotografía Conil de la Frontera
Poema del día: "Relámpago", de Mary Oliver (Estados Unidos, 1935-2019)
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Los robles destellaron
un pálido dorado
sobre el filo
de la tormenta antes
de que el viento se levantara,
su boca sin forma
se abriera y comenzara
su aulli...
Hace 14 horas
Preciosa imagen como no podia ser menos. El mar me cautiva y las playas de Cadiz, donde por cierto también he pasado parte del verano, son impresionantes.
ResponderEliminarHe dado con tu blog por casualidad y como me ha encantado, aquí me quedo. Te espero en el mio; será un placer tu visita.
Un beso de sal y luz.