Un poema de Friedrich Hölderlin (1770-1843), el primer poeta que me contagió su locura.
AN DIE PARZEN
Nur einen Sommer gönnt, ihr Gewaltigen!
Und einen Herbst zu reifem Gesange mir,
Dass willinger mein Herz, vom süssen
Spiele gesättiget, dann mir sterbe!
Die Seele, der im Leben ihr göttlich Recht
Nicht ward, sie ruht auch drunten im Orkus nicht;
Doch ist mir einst das Heil'ge, das am
Herzen mir liegt, das Gedicht, gerlungen,
Willkommen dann, o Stille der Schattenwelt!
Zufrieden bin ich, wenn auch mein Saitenspiel
Mich nicht hinabgeleitet; Einmal
Lebt'ich, wie Götter, und mehr bedarf'snicht.
A LAS PARCAS
(Traducción de Federico Bermúdez-Cañete)
¡Concededme un verano, sólo uno, oh poderosas!
Y un otoño en que pueda mi canto madurar;
sólo de esa manera, saciado con tan dulces
juegos, el corazón aceptará su muerte.
Alma que en vida no disfrutó sus derechos
divinos, ni en el Orco logrará descansar;
mas si logro plasmar lo más querido
y sagrado, el poema, ¡bienvenidos seáis,
silencios de las sombras!
Porque yo estoy contento
si mi música, al menos, no se pierde;
una vez, por lo menos, habré vivido igual
que los dioses, y más no será necesario.
A las parcas An die Parzen Friedrich Hölderlin Poesía
Poema del día: "Bajo los párpados...", de Mariela Cordero (Venezuela, 1985)
-
Bajo los párpados
persiste
el
ardor
de la
imagen
intacta.
*
Palpar la cicatriz
fisura
inextinguible
del
recuerdo.
*
Intuye al ardor...
Hace 22 horas
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