No por viejas conocidas deben olvidarse las grandes palabras. Eso es lo que ocurre con este texto del poeta y metafísico inglés John Donne (1572-1631), la meditación XVII, escrita en 1624 y posteriormente recreada como poema. Todo está ahí. Algo tan sencillo y certero. Hemingway, corresponsal en España durante la Guerra Civil, lo exprimió, mezcló y centrifugó a la perfección en su novela "hispánica" Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls, 1940). Palabras, palabras que enseguida reconoceréis:
MEDITATION XVII
No man is an island, entire of itself; every man is a piece of the continent, a part of the main. If a clod be washed away by the sea, Europe is the less, as well as if a promontory were, as well as if a manor of thy friend's or of thine own were. Any man's death diminishes me, because I am involved in mankind; and therefore never send to know for whom the bell tolls; it tolls for thee...
From Devotions upon Emergent Occasions
MEDITACIÓN XVII
Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte del todo; si el mar se llevara una porción de su tierra, Europa quedaría reducida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me empequeñece porque estoy ligado a la humanidad; es por ello que nunca deberías preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti...
Poesía Metafísica John Donne No man is an island Por quién doblan las campanas Ernest Hemingway
Sabias palabras, aplaudibles, y tan ciertas. Gracias por recordarnoslas.
ResponderEliminarHasta la proxima
Impactantes conceptos a tener en cuenta hoy, Marzo 2020, ante la terrible epidemia de coronovirus...
ResponderEliminarCada uno de nosotros, a tomar conciencia y cumplir nuestros deberes y ser respionsable.
Totalmente
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