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viernes, 2 de febrero de 2018

EL HAMBRE ESTÁ EN EL PAN DE CADA DÍA


El hambre sabe al pan de cada día,
la mano que gobierna está cautiva,
el sueño se diluye en la alegría,
la luz nace en el ojo del que mira,
la voz baila en el labio de la huida,
la luna reflejada en la caricia,
la rosa se marchita en la mejilla,
el surco que has llenado con tu tinta,
el cielo que atardece las mentiras,
la vida está muriéndose de risa,
la sombra se desliza en la sombrilla,
la duda está en la noche concedida,
la carga que soporta quien camina,
la tierra que se rompe en la caída,
la llama que me abraza posesiva,
el viento que no fluye ni se hincha,
el mar que me atraviesa,
el mar que me atraviesa,
el mar que me atraviesa la escotilla,
el tiempo que en su vuelo me aniquila,
el niño que olvidó la pesadilla,
la esfera que dibuja tu sonrisa,
la madre que no pudo con la herida,
la sangre que destruye la cuchilla,
la ola va arrastrando las cenizas,
la arruga de la piel desguarnecida,
el cuerpo que responde a la injusticia,
el hambre, el hambre, el hambre,
el hambre está en el pan,
el hambre está en el pan de cada día.

Morales, L.