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viernes, 20 de julio de 2012

EL BUITRE, UN RELATO DE FRANZ KAFKA


Parece que Franz Kafka estaba pensando en nosotros cuando escribió, hace ya tiempo, este breve y contundente relato.

EL BUITRE

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.
Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
-Estoy indefenso -le dije- vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.
-No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.
-¿Le parece? -pregunté- ¿quiere encargarse del asunto?
-Encantado -dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿Puede usted esperar media hora más?
-No sé -le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí -: por favor, pruebe de todos modos.
-Bueno- dijo el señor-, voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.

KAFKA, F.
 

martes, 17 de julio de 2012

CIELO SOBRE BERLÍN DE WIM WENDERS


Hace poco revisité una de las películas que más me marcaron durante aquel tiempo, ya lejano, en el que devoraba toda clase de cine. Se trata de Cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin, 1987), de Wim Wenders, esa extraña fábula en la que un ángel (inolvidable Bruno Ganz) renunciaba a su inmortalidad por amor. La idea parece demasiado dulce y pegajosa como para subirse a la mesa del gran cine. Pero esta película tiene algo de lo que carece su desafortunado remake, City of Angels (Brad Silberling, 1998): cierto difuso sentido de universalidad que se imbrica en la trama anecdótica, un onirismo verosímil a pesar de todo... el entorno en el que se desarrolla la película, la ciudad bicéfala de Berlín dos años antes de la caída del muro, se convierte en personaje y elemento fundamental para entender el mensaje de confianza crítica en la humanidad sugerido por Wenders, y al mismo tiempo, sin duda, proyecta sobre el espectador una serie de enriquecedoras referencias históricas pasadas y presentes que difícilmente podrían alcanzarse en la L.A. de la edulcorada City of Angels. En el fondo son dos maneras distintas (e igual de legítimas) de abordar un mismo sujeto, aunque, de momento, me quedo con la europea.
Recuerdo la impresionante fotografía de Cielo sobre Berlín, en crudo sepia en la visión del ángel, y el color para el triunfo de los sentidos humanos, a los que aspira Damiel, nuestro protagonista alado. También recuerdo algunas intervenciones inesperadas, como la de Peter Falk lejos de la gabardina de Colombo o la de un Nick Cave en su propia salsa. Pero sobre todo recuerdo esa imagen de Berlín atravesada por el ojo de Wenders y aún creo, hoy en día, que esa es la imagen con la que viajé una vez allí, la imagen que perdurará en mi interior para siempre, por encima, incluso, de la obtenida por mi propios ojos. Cosas que pasan a veces.
En fin, de entre todas las secuencias posibles de Cielo sobre Berlín, siempre me quedo con esa deslumbrante biblioteca convertida en personaje cinematográfico. En cierto momento los ángeles de Wenders se pasean por las salas de la Staatsbibliothek de Berlín (Hans Scharoun, Edgar Wisniewski, 1967-1978) mientras escuchan los pensamientos de sus usuarios: literatura, ciencia, música, derechos humanos, sociología, legislación o historia pueblan este micromundo de Conocimiento, este vivero en el que bulle de algún modo el germen de un futuro esperanzador, eso sí, matizado por la irreversible tendencia individualista de los lectores. En el final de la secuencia el anciano homérico que sube las escaleras recitando en su interior este magnífico texto que remeda, por supuesto, el inicio de la Odisea:

Háblame musa del narrador
del infantil y antiguo origen de las cosas
perdido en el fin del mundo.
Y haz que a través de él
cualquiera pueda relajarse.
Con el tiempo mis oyentes
se han convertido en lectores,
y ya no se sientan en un coro
sino solos
y no saben nada el uno del otro.

Soy un anciano con la voz rota,
pero la historia resurge todavía desde lo más profundo
y mi boca entreabierta repite con esfuerzo,
con un hilo de voz,
una liturgia donde nadie necesita estar invitado a la inauguración,
al igual que el significado de las palabras
y las frases.

Esta es la secuencia. Disfrutad.

Título: Cielo sobre Berlín (1987)
Título original: Der Himmel über Berlin (Alemania/Francia)
Dirección: Wim Wenders
Guión: Peter Handke, Richard Reitinger, Wim Wenders
Producción: Anatole Dauman, Wim Wenders
Fotografía: Henri Alekan
Música: Jürgen Knieper
Intérpretes: Bruno Ganz, Solveig Dommartin, Otto Sander, Curt Bois, Peter Falk...



En Youtube.
 

lunes, 16 de julio de 2012

LA AURORA (OBRERO PARADO) DE FEDERICO GARCÍA LORCA


Federico García Lorca vivió in situ el crash de Nueva York y experimentó la angustia de aquellos acontecimientos que conducían a la miseria a millones de norteamericanos y auguraban la oscuridad que luego tomó forma en la Segunda Guerra Mundial. Este desasosiego rezuma a lo largo de los versos de Poeta en Nueva York (1930), un libro que es algo más que surrealismo. El mejor ejemplo, "La aurora", un poema que aparece en el manuscrito original con dos títulos tachados: "Obrero parado" y "Amanecer". Ahí os lo dejo. Tristemente, el poema goza, en estos tiempos que corren, en estas latitudes añejas y descoloridas, de la mayor actualidad.



LA AURORA
(OBRERO PARADO)
(AMANECER) 
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus
huesos que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

GARCÍA LORCA, F.,
Poeta en Nueva York,
III. Calles y Sueños, 1930

Así suena el poema en la voz de Enrique Morente.



En Youtube.

jueves, 12 de julio de 2012

TOMA LA TELE


En estos tiempos que vivimos, hastiad@s ya de tantas mentiras y justificaciones, hart@s, ya no de la inoperancia de los políticos, sino de su alevosa connivencia para hundirnos en la miseria, del traidor, infame y frio desmantelamiento de un sistema que no les pertenece sino que tienen prestado, sea cual sean sus siglas y su color, hasta las próximas y democráticas elecciones, l@s ciudadan@s de esta tensa y desvencijada piel de toro deberían, deberíamos salir de una vez a la calle para exigir responsabilidades.
Sin prácticamente parpadear nos regalan cinturones, nos recetan copagos y piedras de molino a nosotr@s, a l@s que siempre hemos cumplido y cumpliremos con nuestro esfuerzo, mientras que anmistían a los grandes defraudadores y limpian las podredumbres de los bancos a nuestra costa.
¡QUÉ PAÍS! Ni siquiera hay dignidad, compasión al aplicar la tijera. Mientras la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, no podía reprimir las lágrimas al anunciar los ajustes sobre pensiones en su país hace unos meses (el 4 de diciembre del pasado año), aquí se loan y santifican con entusiasmo las decisiones del innombrable, en una odiosa e impresentable cortina de aplausos correligionarios.
Hay que recortar pagas y aumentar las horas de trabajo a los funcionarios porque son unos vagos.
Hay que recortar las prestaciones por desempleo porque los parados prefieren vivir de la sopa boba antes que buscar el abundante trabajo que mana en cada rincón soleado.
Hay que fomentar el copago porque los irresponsables ciudadanos la casa llena de pastillas y, además, tienden a automedicarse.
Y tantas, tantas otras cosas que no llegan a expresarse del todo, en un interminable tejemaneje lingüístico urdido para no decir nunca la palabra exacta.
Y luego el pane et circus...
Y los heraldos y voceros del poder, que desde medios de comunicación públicos y privados promocionan las decisiones tomadas y se ensañan con el que sale a la calle, con los sindicatos, por supuesto, pero también con los movimientos ciudadanos independientes que han constituido fenómenos como el del 15-M. Se ha visto ahora más que nunca con todo lo relacionado con la Marcha Negra de los mineros.
Por fortuna la voz y la acción de l@s ciudadan@s son defendidas y proyectadas desde numerosas plataformas que tienen que ver con una nueva toma de conciencia de la situación actual.
Una de ellas, siempre al pie del cañón, es Toma la Tele, una plataforma audiovisual nacida en marzo de 2012 por iniciativa de un grupo de personas provenientes de diversas asambleas populares, así como de colectivos relacionados con la información crítica y reflexiva, como Carabanchel, la Guindalera, la Conce, Arganzuela, Audivisol, TeleK, Madrid15M o Ágora Sol. Su filosofía se resume en estos dos puntos, tomados de su web:

Por un lado pretende servir de plataforma audiovisual a todas las asambleas y colectivos que quieran participar en el proyecto mediante una web colectiva (www.tomalatele.tv), en la cual no existe ninguna gestión centralizada ni ningún filtro aparte de las cuestiones meramente legales (la protección de derechos de autor cuya vulneración pueda suponer el cierre la web). Dicho de otra forma: cualquier asamblea o colectivo puede disponer de su propia cuenta en Toma la Tele para subir, embeber en argot, las piezas audiovisuales que considere de interés.

Por otro lado, estamos trabajando en articular una red horizontal de grupos audiovisuales que nos permita recoger y difundir tanto las propuestas y actividades de los movimientos sociales, como los acontecimientos relacionados con las preocupaciones del 15M, como los desahucios, los abusos del poder financiero, los recortes sociales, los derechos de la mujer, el desempleo, el racismo, la creciente vulneración de derechos ciudadanos, etcétera. Pieza clave en esta labor son los talleres de formación en las distintas especialidades en el campo audiovisual, técnico y periodístico que desde TomalaTele queremos impusar en todas las asambleas y colectivos que lo deseen.

Como muestra, este spot realizado por Fernando Colomo bajo el evidente y necesario título de Tijeras:



En Youtube.
En Toma la Tele.

En fin. Un soplo de independencia y aire fresco del todo recomendable en estos tiempos que, en efecto, vivimos...