¡Sublime hija de Pan!
¡Subyugada al doble juego!
Bajo la frente salvaje
se resiente una mirada curva.
Que otros consideren tus mejillas,
orladas de admirable vello.
Ante todo, flor barbada,
mis respetos.
¡Sublime hija de Pan!
¡Subyugada al doble juego!
Carne de circo,
delirio de caballeros,
espasmo en el ojo,
seda de nocturnos miedos.
¡Sublime hija de Pan!
¡Princesa de los raros!
¡Muestra con orgullo el rostro!
Desdeña este fanático arquetipo,
revuelca las costumbres olvidadas,
aceda la verdad
que esconde cualquier velo,
conquístame,
condúceme
al labio virginal
que espera un gesto.
Annie Jones (Australia) vivió entre 1865 y 1902.
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