24 de abril de 2010.
Cráter de cuatrocientos metros de diámetro en el Mare Tranquillitatis de la Luna.
(Fotografía de NASA/GSFC/Arizona State University).
El agujero en la sien,
esquinas doblando la noche,
el ciclón depravado en los mástiles,
la celeridad de la trampa,
el enorme flujo y la tormenta
que asolan, más allá del brillo fundamental
y la idea química,
a los pájaros borrados por las ráfagas del aire
y del terror.
El agujero en la pared.
Los que liberarán este mundo,
al acecho de una luna orgánica y decisiva.
El tiempo y el mar de su parte.
El agujero en el espejo.
Perdido el control del porqué,
de los números, de la ruta
y las preguntas, hacinadas
en un perpetuo estado de duda.
Lentitud y cálculo
sobre la pequeña y fiel vigía,
en las célebres borracheras vespertinas.
Por la lengua de los pícaros –la lengua: la aguja, el veneno, las raíces-,
a través de los dedos convocados en torno a este miembro altivo
se insinúa, córneo como un hombre que esquiva la luz trágica impulsora,
bárbaro, irradiándose, su canal de estructuras,
cuerpos tatuados en los sueños,
o toda la inarmonía de un héroe hidráulico.
En los caudales celestes más prodigiosos
la mano acribilla el tiempo
-¿acaso había dejado de ser mortal?-
y encalla y se encadena medio hundida.
El agujero en la sien.
Agujeros Luis Morales Poesía The Last Poems
Poema del día: "Niñez ciega", de Sabine Huynh (Francia, nacida en Vietnam,
1972)
-
Soy de una niñez sin nieve.
Todos los días trenes huían
cruzando campos de hierba
seca. Una niña de rincón,
niña jugando en el corazón
de una ciudad gris y...
Hace 14 horas
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Dádle voz al oráculo