Abríase breve
-¡silencio!- concha
en el jardín dubitativo.
¡Odio en los hoteles, aire!
Júzganme lejos ángeles y anáforas,
solían ser más tristes que sublimes,
solían permanecer, yo nunca quise.
Júzganme hoy como la sombra
habitaciones, cuerpos, candelabros.
Reclinable muro, hazme el amor,
mi boca repercute en tus abismos
más que gritos incoloros,
al fin aquella muerte
es un silencio
como cualquier otro,
negaré al instante
las palabras o el gesto,
silencio silencio
que ya va a abrirse,
malablandada rabia,
quién duda que acaso esté.
Ademán en un nombre inaudible.
Poema del día: "Las ropas ceñidas", de Leyla Mexso Berazî (Ataş)
(Kurdistán, 1977)
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En esta oscuridad
tomo la luz de la luna,
me toman la mano
voy…
a lavar mis ojos en la ventana,
sola en algún lugar
me despojo
de las ropas que me pusieron...
Hace 2 horas
Mucho tiempo sin verte. Te leo de nuevo y me encanta lo bien que mezclas las palabras. Así como sin querer.
ResponderEliminarBss.
ta bueno...
ResponderEliminarel loco