Vendrá siempre
continuo
vértice
deseo
conciencia,
que no haya ni una duda,
que no haya ya un segundo
ardor
inflamándome la lengua.
Yo
en el sencillo
ni siquiera has visto
los pequeños rasgos invertidos,
expulsado por tu cuerpo
de los gestos húmedos,
resbaladizo,
yo, qué idiota,
sombra de trastorno
en el uso atardecido
del sudor.
Donde el plano no te ve.
Detrás del espejo Poesía Luis Morales El vértice inconstante
En curso. El final del diario, de Sarah Manguso
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el pasado, sumergido en la nostalgia, también se co...
Hace 4 horas
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