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domingo, 28 de marzo de 2010

UNA REVOLUCIÓN QUE BARRA ESTE DESENCANTO


La libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix.


Todas las desilusiones surcan esta calma enorme. Todas las culpas. Tu tristeza oculta un mecanismo ilógico, tu hondura, la trastornada apariencia de las cosas. ¡Por la extraña vanagloria humana, por nuestro silencio! Ella nos sacudiría el espinazo con su rabia, ella que ha sido siempre la ardiente auriga de las masas. Pero ahora su lengua está muda. Imaginaos tal vacío. La rectitud de los hombres se acaba en su resignación o en su inacción. ¡Oh maldito equilibrio amoral que siembra nuestra ruina sobre el suelo gangrenado e inmóvil, sin una sola traza de pasión, sin barricadas! ¿Qué hacéis aquí? ¡Salid a las calles y buscad la voz, buscadla!

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