La serpiente succiona nuestros íntimos secretos,
abrazada a la médula progresa y ávida destruye,
puede que no sepa dónde está.
El pánico traiciona los deseos,
la reina deja fuera del tablero a los alfiles.
Vano abrir la boca,
nuestra furia es una rata que muy pronto
la serpiente fagocita.
Ahora
los cuerpos se agolpan
esperando la multitudinaria estampa.
Estoy desnudo, quepo en una caja llena de electrodos.
La luz roja se enciende y no puedo obtenerte,
sólo mostraría lo que quiero, pero aquí todo cambia.
Dime si sientes lo mismo.
La bestia se agita entre las piernas y amenaza.
Adivino los ojos de otros. Eliges la punta certera.
Nada más podrá salvarme.
Pérfida escama se aloja en la mordedura incompleta,
surgen alas de momento para eludir el jaque,
salto al otro lado de la puerta y huyo.
Nuestra furia es una rata, cafeína.
Serpiente Luis Morales Poesía Zero
Poema del día: "Molly House", de Dimas Prychyslyy (Ucrania, 1992)
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Ni era el Mother Clap ni estaba en Holborn.
Sonaba una música extraña
que no cabía en el recuerdo,
los hombres eran negras sombras
que se deslizaban por la...
Hace 1 día
Qué bueno, Luis!!!
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarAhí seguimos intentándolo.
Un abrazo