Algo se mueve. La habitación gira como la noche, como ese disco de Coltrane que olvidado rasga y zigzaguea las horas bajo la nube mínima de una aguja. La noche, la boca oscura del silencio. Acantilado a tu cuerpo exhalo permeabilidad, labro el labio para encontrarte más allá de la membrana dormida, donde no me escuchas. Calla la mano que siempre ha intentado escribirte, renuncia mi mente ajena a las palabras. Que tu piel aparte este temblor, que haga legibles las perturbaciones de mi lengua trazadora. Soy voluntad coartada, circunstancia, síntoma brutal de los ambientes. El género de mi voz es hermético y disparatado, atrapa la gran trampa, se parece a la locura. Mientras te respiro con terquedad comprendo lo que me violenta de un ardor tan desesperado. Acaso el despertar nos desfigure las vidas, como siempre ha sucedido desde hace tanto tiempo, y volvamos a mirarnos con la insensata lucidez de los desconocidos. Tal vez. Tú que percibes la señal de la sangre en medio de este sueño no amanezcas aún, permite al que te estrecha a través de los siglos condenarse en el instante, hundido y solidificado sobre ti. Adivina, siente lo que nace.
La noche se mueve. Puede que ahora… no sepa dónde estoy, qué demonios ha ocurrido… Si lograra calmarme, si reconocerme. Pero cuando todavía no soy nadie pretendo anticiparme, explicarlo todo sin dilapidar el abrazo en el laberinto de la memoria, y no puedo, arrastrado por torrentes que se superponen sin orden ni concierto y me llevan a divagar, perdido en el circunloquio, a repetir lo siempre dicho. La noche se mueve forzándome a hablar de mí. Hay una revolución íntima en todo esto, un transcurso improcedente que detesto. La rueda que representa al mundo connota de alguna manera que no alcanzo a distinguir en su propio giro. Tu sombra lóbrega envuelve la seda de mis dedos. Vacila la lengua sobre la piel, retorna de nuevo al principio, te destruye y abisma cada vez que intento fluir, insincero, por encima de los hechos…
Luis Morales La noche se mueve Relato Mar de cenizas Madrid Literatura
La noche se mueve. Puede que ahora… no sepa dónde estoy, qué demonios ha ocurrido… Si lograra calmarme, si reconocerme. Pero cuando todavía no soy nadie pretendo anticiparme, explicarlo todo sin dilapidar el abrazo en el laberinto de la memoria, y no puedo, arrastrado por torrentes que se superponen sin orden ni concierto y me llevan a divagar, perdido en el circunloquio, a repetir lo siempre dicho. La noche se mueve forzándome a hablar de mí. Hay una revolución íntima en todo esto, un transcurso improcedente que detesto. La rueda que representa al mundo connota de alguna manera que no alcanzo a distinguir en su propio giro. Tu sombra lóbrega envuelve la seda de mis dedos. Vacila la lengua sobre la piel, retorna de nuevo al principio, te destruye y abisma cada vez que intento fluir, insincero, por encima de los hechos…
Luis Morales La noche se mueve Relato Mar de cenizas Madrid Literatura
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
LUIGI
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...