Pocas cosas hay que decir sobre Gsús Bonilla, poeta, amigo y ser humano como pocos. Pocas cosas hay que decir que no parezcan salidas del habitual repertorio de adulación y endogamia que siempre hace sospechosos los comentarios de un amigo sobre otro amigo. La única razón para rechazar su amistad sería esa: que creyérais en la objetividad de un extraño, de un simple lector emocionado por sus poemas rotundos.
Que creyérais que su poemario Ovejas esquiladas que temblaban de frío es posiblemente lo mejor que se ha escrito en lo que va de siglo, que me creyérais si os digo que Gsús Bonilla ha llegado con sus ovejas al estante que ocupan en mi biblioteca virtual poetas como Miguel Hernández o Ángel González, que sustituyera de alguna manera su voz en nuestro tiempo. El otro día escuche uno de sus poemas en voz de otros, y simplemente me quedé temblando, sí, pero no de frío, sino de emoción.
Es posible que dentro de veinte años se hable de Gsús Bonilla en las clases de literatura, pero de momento es hora de hacer historia. Hoy miércoles 10 de noviembre de 2010, por ejemplo, en la presentación de este libro, que tendrá lugar a las 20:00 horas en La Buena Vida (c/Vergara, 10, Ópera, MADRID). Por supuesto, indispensable.
Gsús Bonilla Ovejas esquiladas que temblaban de frío Presentación Recital La Buena Vida Madrid
Que excelente blog.
ResponderEliminarGracias Antonio.
ResponderEliminarEs un placer que penséis así.