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viernes, 22 de enero de 2016

UNA JORNADA PARTICULAR, DE ETTORE SCOLA

La muerte de Ettore Scola el pasado 19 de enero me ha sorprendido como la de cualquier otro referente cultural relevante del tiempo que me ha tocado vivir. Y sí, es el detonante que provoca esta nueva entrada, que quizá debiera haber existido antes, independiente, más allá del tributo a los que se van. Porque hablar de Una jornada particular (Una giornata particolare, 1977), que Scola dirigió con su habitual maestría, merece todo un espacio propio y personal. Una película que es Roma, que es Italia, y que tal vez por eso mismo es también la contradicción pura entre el sistema aceptado y la fuerza de la vida misma. Una de esas cintas que todo buen cinéfilo debería revisar. Una de mis preferidas, desde luego.

La trama de la película se desarrolla en un edificio romano que se queda prácticamente vacío cuando la mayoría de los vecinos acuden a presenciar los fastos en honor de la visita de Hitler a la capital italiana el 6 de mayo de 1938, su primer encuentro con Mussolini. Allí se encontrarán irremediablemente Antonietta (Sofia Loren), un ama de casa que esperaba haber podido acudir a los actos fascistas del día, y Gabriele (Marcello Mastroianni), un locutor de radio homosexual que oculta su disconformidad con el régimen. Dos personajes aparentemente opuestos que entablarán una interesante relación de amistad y de confesiones recíprocas, dos vidas que se cruzan en un instante de soledades compartidas para volver a separarse, después de un momento de duda, sin atreverse a salirse del camino de desilusión que la vida les ha determinado aparentemente.



Una película muy de actores, de origen teatral, en el que dos sex-symbol de la época como Sofia Loren y Marcello Mastroianni afrontan la madurez y la diferencia con unas interpretaciones emocionantes. De fondo la radio que resuena en un entorno vacío, abriendo la herida sonora de los actos megalómanos con los que el pueblo de Roma colabora. Como casi todos los pueblos que han sufrido un régimen totalitario, el romano calla por obligación, otorga por necesidad y, a veces, acaba convencido de que la realidad es otra. Incluso pasa hoy en día. Por eso Una jornada particular es también un valiente ajuste de cuentas del cine italiano con el pasado reciente de su país.

Sobria y concisa, la película ofrece sin embargo imágenes de gran fuerza y complejidad técnica. Os dejo aquí dos muestras: la primera, el inicio, la puesta en marcha de la jornada, para los amantes del plano secuencia.



En Youtube.

Y la segunda, la famosa secuencia de la terraza. ¿Quién no ha imitado alguna vez a Sofia y Marcello al doblar las sábanas? Para mí, uno de los momentos más sensuales de la historia del cine.




En Youtube.


Título: Una jornada particular (1977)
Título original: Una giornata particolare (Italia, Canadá)
Dirección: Ettore Scola
Guión: Maurizio Costanzo, Ruggero Maccari, Ettore Scola
Producción: Carlo Ponti
Fotografía: Pasqualino De Santis
Música: Armando Trovajoli
Intérpretes: Sofia Loren, Marcello Mastroianni, John Vernon, Françoise Berd, Patrizia Basso, Alessandra Mussolini, Vittorio Guerrieri...

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