Ritmo extraño,
vibraciones,
muchacho sin cabeza
gesticula por la muerte del rock:
tú permaneciendo,
ojos de alas desgastadas
remontan la pirámide holística.
En la niebla titilan haces escarlata,
las gargantas arden atoradas por el humo,
sonido colectivo,
bocas brazos venas
de temblor,
más fuerte la reverberación que los latidos.
¿Cómo salvarte de tu tristeza?
Tomo la mano, dejo mi copa,
te llevo hasta la luz, que venga el aire.
Pero es lo mismo:
sentados en la acera
somos ángeles,
despojo de la noche.
Poema del día: "La llamada", de Charlotte Mew (Gran Bretaña, 1869-1928)
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Desde nuestro asiento junto al fuego
donde hemos dormitado, soñado, observado el resplandor
o amontonado las cenizas, tan quietos que
apenas intuíamos el s...
Hace 8 horas
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