Las álgebras nativas olvidadas. La voluntad física acerbamente tensa. En guardia. ¡Coraje! No hay peligros que traspasen las sombras, el audaz embozo: ¡qué noches cubiertas de espuma inspirarán la revuelta! Las líneas y las gramáticas, pospuestas las mañanas hercúleas. ¡Un labio, para aplacar la sed y la impotencia! Un labio de arena y armonías difusas. Un útero asomándose al desierto. Los párrafos que parpadean, los bailarines a punto de entrar.
Luis Morales Poesía Realidad
En curso. El final del diario, de Sarah Manguso
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*Vivir soñando con el futuro se considera un defecto de carácter. Vivir en
el pasado, sumergido en la nostalgia, también se co...
Hace 10 horas
Me encantó el post... volveré, con tu permiso. Saludos!
ResponderEliminarPor supuesto
ResponderEliminarSiempre estaréis invitados.
Un saludo