El miedo
desenreda
tu difícil paz,
como un labio de papel
que ardiera
vibrando en el desorden,
y a los márgenes,
cegada,
la pupila incandescente
expira.
Si no me traes el resto
esperaré,
donde siempre
se ensimisma
todo
lo que crece.
desenreda
tu difícil paz,
como un labio de papel
que ardiera
vibrando en el desorden,
y a los márgenes,
cegada,
la pupila incandescente
expira.
Si no me traes el resto
esperaré,
donde siempre
se ensimisma
todo
lo que crece.
Luigi me emocionan tus poemas y tus relatos.
ResponderEliminarEscribes muy bien, enhorabuena.
Cuando abro el ordenador me encanta ver que tienes un nuevo post para leer.
Un abrazo.