Tan parda como siempre la mañana,
los hombres las esquinas los desprecios.
Evapórense en el té los afterhours,
que el vampiro busca ya su recoveco.
Fulgores en ciudades que despiertan,
vacíos los vagones peligrosos,
al hábito formal ya está de vuelta,
sed líquida recorta el sol del ojo.
Corre tras la sucesión celeste,
duérmete, pálido andarín nocturno,
múdate al confín del sueño,
que pronto en esta página te espero.
Luis Morales Poesía Surco en lo blanco Pálido andarín nocturno
Poema del día: "Silenter", de Enrique González Martínez (México, 1871-1952)
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En mármoles pentélicos, en bloques de obsidiana
o en bronces de Corinto esculpe tu presea,
el orto de Afrodita, el triunfo de Frinea
o un lance cinegético ...
Hace 13 horas
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