A muchos madrileños os habrá llegado la noticia del inminente despido colectivo que la Comunidad de Madrid está gestionando para al menos 925 trabajadores del ente público RTVM, Telemadrid, de un total de 1170 que conforman la plantilla. Este despido (aproximadamente un 80% del capital humano que posee Telemadrid) afectará solamente a los "curritos", muchos de los cuales obtuvieron su plaza mediante oposición, y en ningún caso a los directivos, que conservan sus sueldos estratosféricos, ni a la mayoría de aquellos empleados acólitos designados a dedo por la dirección que en los últimos años han engordado artificialmente la plantilla y que conforman una estructura paralela y sumisa rebautizada como El lado oscuro, estos sí con reducción considerable de sueldos y derechos laborales. Parece que la negociación va por mal camino, como era de esperar, ya que lo que se oculta detrás de este "recorte de crisis" es una verdadera limpieza ideológica. Ninguna de las alternativas planteadas por los trabajadores (reducción de sueldos, racionalización de la producción propia, etc) ha sido tomada en cuenta.
Para colmo, muchas veces los trabajadores se encuentran a menudo con la incomprensión de una parte de la ciudadanía ante las protestas, reinvindicaciones y huelgas planteadas. Muchos opinan e insisten, a veces con saña, en que lo que hay que hacer es cerrar de una vez una televisión que "estamos pagando todos". Fuera los "periodistas funcionarios", gritan algunos. Tal cual. Sin pensar ni un segundo en los trabajadores como personas. En sus familias. En sus hijos, a los que hay que alimentar. Todos a la calle. Da la sensación que el desapego de los madrileños con respecto de su televisión pública, provocado sin duda por el excesivo sesgo tendencioso que sus dirección han imprimido en la información transmitida, puede salpicar, sin quererlo, a unos trabajadores que lo único que quieren es desarrollar libremente su labor.
Por eso desde plataformas como Salvemos Telemadrid se intenta dar voz y visibilidad a este colectivo que lucha por una televisión concebida como servicio público y plural no sólo de boquilla.
Este corto de animación que aquí os dejo refleja con mucho humor la nefasta gestión de Telemadrid desde la llegada al poder de Esperanza Aguirre. Como puede leerse en Salvemos Telemadrid, el corto muestra "la utilización de la cadena pública como aparato de propaganda y su uso como herramienta para desviar dinero público a manos privadas…".
En efecto. No sobran los trabajadores, los que sobran son sus gestores.
Disfrutad y difundid.
En Youtube.
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