La serpiente succiona nuestros íntimos secretos,
abrazada a la médula progresa y ávida destruye,
puede que no sepa dónde está.
El pánico traiciona los deseos,
la reina deja fuera del tablero a los alfiles.
Vano abrir la boca,
nuestra furia es una rata que muy pronto
la serpiente fagocita.
Ahora
los cuerpos se agolpan
esperando la multitudinaria estampa.
Estoy desnudo, quepo en una caja llena de electrodos.
La luz roja se enciende y no puedo obtenerte,
sólo mostraría lo que quiero, pero aquí todo cambia.
Dime si sientes lo mismo.
La bestia se agita entre las piernas y amenaza.
Adivino los ojos de otros. Eliges la punta certera.
Nada más podrá salvarme.
Pérfida escama se aloja en la mordedura incompleta,
surgen alas de momento para eludir el jaque,
salto al otro lado de la puerta y huyo.
Nuestra furia es una rata, cafeína.
Serpiente Luis Morales Poesía Zero
Poema del día: "A una señora casada, a quien aborrecía su marido", de María
de Santa Isabel (España, 1613-1665)
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Divino hechizo de amor,
en quien se admiran a un tiempo
la discreción y la hermosura
en iguales paralelos,
a todo sentir del alma
todo penar del deseo
just...
Hace 4 horas
Qué bueno, Luis!!!
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarAhí seguimos intentándolo.
Un abrazo