A veces me encaramo sobre brumas a los lóbregos promontorios del tiempo
para escuchar el rumor de corvas quillas
enfiladas al poniente mientras vuelves,
ahora que la madrugada pasa estéril entre páginas canela y tu silencio,
ahora que mantengo esta sed insomne
entre argólidos emboques de otro prieto vino viejo.
Qué hago aquí, tendido a la altura de las estrellas,
parapetado como siempre en mi propia inconsistencia.
Desde arriba se adivinan los ávidos temblores del puerto,
la madera aproximándose a los fondeaderos,
la carga de coral, de pulpos conquistados esta noche,
las visiones errabundas que la gente retoma en las tabernas.
Escogería escudriñar el velo, encenagarme,
vagar por las aceras como un loco,
doblarme en las esquinas como un ciego,
tal vez preferiría los instintos,
el ruido de sirenas tras el vidrio,
la vida condenada en la escafandra,
la voz de los poetas inconfesos.
Luis Morales Poesía The Last Poems Escafandra
Poema del día: "A una señora casada, a quien aborrecía su marido", de María
de Santa Isabel (España, 1613-1665)
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Divino hechizo de amor,
en quien se admiran a un tiempo
la discreción y la hermosura
en iguales paralelos,
a todo sentir del alma
todo penar del deseo
just...
Hace 3 horas
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