¿Acaso te las arreglarás tú sólo en este mundo?,
no importa en la lengua en que lo hagas ni de dónde vengas,
vamos, ven,
hombres caen al sol como copos de cera,
en el nuevo sur regresan a descomponerse,
todo es concreto como la lluvia,
encuentra en mí al elegido para el fregadero,
corona el quinto piso con la nieve atlante en tus espaldas,
no sé dónde te encuentras,
creo que en algunos paisajes lejanos,
asfixia en las rodillas,
allá puedes entender la dureza de algunas sonrisas,
no hay sitio en el que pueda estar sin ti,
llegan los que se hacen a si mismos,
odian mientras esperan lo que viene,
los frutos están por doquier,
qué puedo hacer para no necesitarlos,
basta orillear en los remos como ayer en la noche,
el tiburón arrancará gotas de lluvia,
en este hábito líquido en este mar poesía
desconozco los términos de nuestras vidas-río,
salto del esquife entretenido por las brumas
y prefiero la arrogancia del abismo
a la sacudida alucinada y rota, otra vez buscándote,
porque no hay sitio, no, en el que pueda estar sin ti.
no importa en la lengua en que lo hagas ni de dónde vengas,
vamos, ven,
hombres caen al sol como copos de cera,
en el nuevo sur regresan a descomponerse,
todo es concreto como la lluvia,
encuentra en mí al elegido para el fregadero,
corona el quinto piso con la nieve atlante en tus espaldas,
no sé dónde te encuentras,
creo que en algunos paisajes lejanos,
asfixia en las rodillas,
allá puedes entender la dureza de algunas sonrisas,
no hay sitio en el que pueda estar sin ti,
llegan los que se hacen a si mismos,
odian mientras esperan lo que viene,
los frutos están por doquier,
qué puedo hacer para no necesitarlos,
basta orillear en los remos como ayer en la noche,
el tiburón arrancará gotas de lluvia,
en este hábito líquido en este mar poesía
desconozco los términos de nuestras vidas-río,
salto del esquife entretenido por las brumas
y prefiero la arrogancia del abismo
a la sacudida alucinada y rota, otra vez buscándote,
porque no hay sitio, no, en el que pueda estar sin ti.
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