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jueves, 17 de septiembre de 2009

AMARGO PLUTÓN EN EL VIENTRE AÉREO

Ilustración de Igor Heras

Estoy seguro de que si pudiera elegir el medio de transporte, Daniel Herrera, o Amargo Plutón (como gustéis), nuestro poeta de varia fortuna, se habría subido a la grupa de cualquier pájaro de buen agüero que pasase por aquí en su camino del Oeste, pero mucho nos tememos que si en estos precisos instantes surca el océano camino de América lo estará haciendo en las entrañas de algún enorme artefacto metálico mientras cruza zonas horarias y le gana tiempo al tiempo antes de su retorno a la cotidianeidad californiana. Aún así estamos seguros de que no es un retorno amargo, porque vuela en la mejor de las compañías (y no me refiero a las aéreas, sino a las que con él comparten nombre) y lleva las maletas cargadas de libros, las pilas del cuerpo cargadas de energía, las circunvoluciones del cerebro cargadas de experiencias y novedades y recuerdos y voces que conservar durante el breve tiempo de ausencia.
Desde aquí, con los pies anclados en la tierra, estamos seguros de ello y además certificamos lo innegable: que lo llevamos poética, literaria y literalmente acodado en nuestro corazón. Bon voyage, mister Herrera. Nos veremos pronto.

Daniel Herrera es Amargo Plutón.

1 comentario :

  1. No sé cómo llego aquí, después de tanto tiempo, y no puedo más que hacer lo que siempre he hecho: idolatrarte, querido Luiggi, porque eres mi más antiguo y mi más actual compañero fiel, y porque desde hace tantos años estamos de acuerdo y de acordes. Abrazos grandes, Luiggi. Nos estamos viendo siempre.

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