Pages

domingo, 26 de julio de 2009

DEBIERA CAER


Qué poco divertida tu propuesta,
conservar todavía nuestra chiquillada.
Algo ha ido minándola en silencio,
bajo pieles de centella.
No desmientas el miedo:
sé que lo sabes, he cambiado.
Debiera caer el infinito hasta aquí:
no me dejes en paz.
Excavé las ruinas más profundas
para encontrar el viejo fruto y derribarlo.
Supongo que no es eso ser un hombre.
Allí resonaba la melodía indigna.
No desmientas el miedo: dímelo otra vez.
Es tarde. Ahora corro para huir del ruido.
Estoy cambiando, ¡cambiando!
-¿acaso esto es la muerte?-.
Debiera caer, yo también.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Dádle voz al oráculo